«Bienvenido
al Claro.
Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma
hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a
la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre
un chico.
Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra… Has de
saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la
noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el
laberinto. De noche, las puertas se cierran… y, si
quieres sobrevivir,
no debes estar allí para entonces».
Todo
sigue un orden… y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma.
Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una
chica.
Su
llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas
del juego.
«Una
apasionante historia de aventuras que satisfará a fans de la
fantasía y la ciencia ficción por igual». Publishers
Weekly.
«Dentro del abarrotado campo de las novelas juveniles postapocalípticas, El corredor del laberinto sobresale». Newsday.
«Una aventura emocionante». Deseret Morning News.
«No apto para claustrofóbicos». Kirkus.
«No podrás dejar de leerlo». Kiss the Book.
«Dentro del abarrotado campo de las novelas juveniles postapocalípticas, El corredor del laberinto sobresale». Newsday.
«Una aventura emocionante». Deseret Morning News.
«No apto para claustrofóbicos». Kirkus.
«No podrás dejar de leerlo». Kiss the Book.
Resolver
el laberinto se suponía que era el final. No más pruebas, no más
huidas. Thomas creía que salir significaba que todos recobrarían
sus vidas, pero ninguno sabía a qué clase de vida estaban
volviendo. Árida y carbonizada, gran
parte de la tierra es un territorio inservible.
El sol abrasa, los gobiernos han caído y una misteriosa enfermedad
se ha ido apoderando poco a poco de la gente. Sus causas son
desconocidas; su
resultado, la locura.
En
un lugar infestado de miseria y ruina, y por donde la gente ha
enloquecido y deambula
en busca de víctimas,
Thomas conoce a una chica, Brenda, que asegura haber contraído la
enfermedad y estar a punto de sucumbir a sus efectos. Entretanto,
Teresa ha desaparecido, la organización CRUEL les ha dejado un
mensaje, un misterioso chico ha llegado y alguien ha tatuado unas
palabras en los cuellos de los clarianos. La de Minho dice «el
líder»; la de Thomas, «el
que debe ser asesinado».
«Los
lectores que ya estén enganchados devorarán esta segunda parte».
Publishers
Weekly
«Dejará
a los lectores esperando con impaciencia el final de la trilogía».
School
Library Journal
Desde
hace tres semanas, Thomas
vive en una habitación sin ventanas,
de un blanco resplandeciente y siempre iluminada. Sin reloj y sin
contacto con nadie,
más allá de las tres bandejas de comida que alguien le lleva a
diario (aunque a horas distintas, como para desorientarle).
Al
vigésimo sexto día, la
puerta se abre
y un hombre le conduce a una sala llena de viejos amigos.
—Muy
bien, damas y caballeros. Estáis
a punto de recuperar todos vuestros recuerdos. Hasta el último de
ellos.
«Un
final explosivo para la trilogía de El
corredor del laberinto
(...). El corazón os irá a cien por hora hasta el último momento».
Kirkus
No hay comentarios:
Publicar un comentario