jueves, 14 de agosto de 2014

JUNIE B. JONES, de Barbara Park - Para lectores a partir de 6 años



Las aventuras de la niña más superdivertida, están llenas de humor, disparates y palabras “especiales”. Con detalles plateados en todas las cubiertas y un color interior diferente para cada título.

TÍTULOS DE LA COLECCIÓN (por orden de publicación):

Junie B. tiene un problema con el autobús de su nuevo cole. Además de ser incómodo y apestoso, Junie B. sabe de buena tinta que unos niños malos-malísimos te tiran batido de chocolate por la cabeza cuando te montas en él. Y claro, solo de pensarlo, un montón de hormigas empiezan a correr por su tripa... ¡Necesita un plan superurgente para no subirse a ese autobús!

¡Los bebés huelen a KK! Eso es lo que piensa Junie B. Jones al enterarse de que va a tener un hermanito. Pero cuando la abuela le dice que el bebé es «lo más mono» que ha visto en su vida, Junie B. cambia de idea. ¡Un hermanito mono, como los de la selva! Ya verás cuando lo cuente en clase... ¡Todos se van a quedar patitiesos!

En el cole de Junie B. hay un niño nuevo. Se llama Warren y es..., bufsss, ¡superguapo! Lucy enseguida decide hacerse su novia, pero a Claudia y a Junie B. les parece fatal. ¡Ellas no han tenido ni una sola oportunidad! ¿Cuál de las tres conquistará por fin a Warren el Superguapo? Aunque... ¿y si resulta que tener un amigo es incluso mejor que tener un novio?

Junie B. está segurísima de que hay un monstruo debajo de su cama. ¡Hay restos de babas en su almohada! Junie B. ya es mayor, y los mayores no babean en la almohada, ¿a que no? ¡Eso es cosa de bebés! Así que solo hay una explicación: un monstruo superbaboso se sube a su cama por las noches... ¡para ver si la cabeza de Junie B. le cabe en la boca!

El 14 de febrero (el día de San Malentín, como dice Junie B.), está a la vuelta de la esquina. Junie B. está deseando recibir tarjetas de San Valentín. Pero lo que menos se espera es encontrarse una enorme tarjeta de… ¡un admirador secreto! ¿Quién será el misterioso chico? ¡Junie B. Jones no va a parar hasta descubrirlo!.

Es el día de la Olimpiada en el colegio de Junie B. (bueno, ella dice Golimpiada, pero es lo mismo). Los de la clase A van a competir contra la B ¡y Junie B. es la capitana del equipo de su clase! Solo que hay un pequeño problema... ¡No hay manera de que la clase de Junie B. gane una sola prueba! Los están machacando. ¿Salvará Junie B. a su equipo? ¿O aparecerá un superhéroe salvador... que nadie se espera?

Junie B. está teniendo una semana muy dura. Primero la castigan en el cole por hablar más de la cuenta. ¡Y ahora ha vuelto a meterse en un lío gordísimo! Resulta que se va a celebrar el Día de las Profesiones en el cole, y tiene que ir a clase vestida de lo que quiere ser de mayor. Ella lo tiene claro. Solo que hay un pequeño problema... ¿Existe un trabajo como el que dice Junie B.?

¡A Junie B. le ha ocurrido algo terrible! ¡Alguien le ha robado sus manoplas nuevas! No están donde las dejó. Tampoco están en la caja de objetos perdidos del cole. Así que, cuando Junie B. se encuentra un boli chulísimo, tiene todo el derecho del mundo a quedárselo. Porque unas veces se gana y otras se pierde. Es lo justo. ¿A que sí? ¿Eh? ¿A que sí? ¿O no?

Junie B. ya es una señorita hecha y derecha (esto se lo ha oído decir a su abuela). Sin embargo, todo el mundo está empeñado en tratarla como si aún fuera un bebé. ¡Y eso es superinjusto! ¿A que sí? Pero ahora que la tía Flo va a casarse, Junie B. tendrá su oportunidad para demostrarles a todos que ya es mayor: ¡Va a ser la dama de honor en la boda! O a lo mejor no...

En el colegio de Junie B. se celebra una feria con un montón de juegos, ¡y ella piensa ganarlos todos-todísimos! (otra cosa es que lo consiga, claro). Cuando por fin logra ganar una prueba, la de los Pasteles Musicales, y su premio consiste en quedarse con el que más le guste, Junie B. elige uno riquíiiisimo... ¿Cómo va a saber ella que, en realidad, el dichoso pastel es un arma peligrosa?

¿Cuál es el mejor trabajo de todos-todísimos? Junie B. lo tiene claro: ¡Peluquera! Eso es lo que va a ser de mayor. Para empezar, necesita un poco de práctica y unos cuantos voluntarios, como sus zapatillas en forma de conejitos o su perro Cosquilla. Aunque... ¿y si probara con ella misma? ¿Estará Junie B. a punto de empezar una prometedora carrera, o de sufrir el peor peinado de toda la historia?

Junie B. es la espía más sigilosa (y también la más cotilla) del mundo: Sabe andar sin que nadie la oiga, sabe respirar sin hacer ruido por la nariz. Lo malo es que estos truquitos de nada le sirven cuando se trata de espiar a la Seño. Y es que esta vez Junie B. va a meterse en el lío más gordo de todos-todísimos...

Junie B. va a dormir por primera vez fuera de casa, ¡y nada menos que en el "casoplón" de su amiga Lucy! (Un "casoplón" es una casa tan grande que, por más que sople y sople, no podría tirarla ni el lobo de los tres cerditos). Junie B. está deseando ver todas las cosas chulísimas que habrá en ese lugar... ¡y también se muere por asistir a su primera fiesta de pijamas!

En la clase de Junie B. van a celebrar el Día de la Mascota. Pero hay un problema: ¡Está prohibido llevar perros al cole! Y la única mascota que tiene Junie B. es su perro Cosquilla... Si papá y mamá no le compran otra mascota, Junie B. tendrá que conseguir una por su cuenta. Como por ejemplo, una vieja ardilla chiflada. O un pez no muy vivo que digamos. O unos bichos dentro de un bote. O, ¿quién sabe?, quizá algo mucho mejor...

A Junie B. le ha pasado algo supertriste. El carahuevo de Jim ha invitado a su fiesta de cumpleaños a todos los de su clase... ¡menos a Junie B.! ¿Qué puede hacer ella ahora? ¿Celebrar su propio cumpleaños seis meses antes de la cuenta e invitar a todos menos a Jim? ¿O colarse como sea en la fiesta de ese niñato y llevarle un regalo bien original, como por ejemplo... una escobilla para el baño?

La clase de Junie B. va a ir a una granja, y todos los niños están entusiasmados. Todos... menos Junie B. Y es que en las granjas hay ponis superpeligrosos, y gallos malos-malísimos que te pican en la cabeza hasta que se te ve el "celebro". ¿Será Junie B. capaz de descubrir algo bueno en la granja? ¿O esta acabará siendo la peor excursión de la historia?

¡Va a ser la fiesta de fin de curso! (o, como dice Junie B., la "ceremomia de granuación", que es para celebrar que te haces supermayor y ya falta menos para que te salgan granos). La Seño reparte los trajes para la fiesta a todos los niños de la clase y les explica que, para que no se manchen, deberán tenerlos guardados hasta que llegue el gran día. ¿Será Junie B. capaz de aguantar tooooodo ese tiempo sin probarse su preciosísimo traje?

Junie está a punto de empezar un nuevo curso. Deberá acostumbrarse a su nueva clase, a su nuevo profesor… ¡y a un montón de niños y niñas que son unos perfectos desconocidos. Aunque eso no es lo peor… Lo peor es que, cuando Junie B. intenta leer lo que pone en la pizarra, no ve lo mismo que los demás. ¿Será que tiene que llevar… gafas?

Algo maravilloso está a punto de pasarle a Junie B. Jones…¡Va a ser cocinera "porfesional"!Podrá ponerse un delantal, y unos guantes de plástico, ¡y hasta una redecilla en el pelo! Además, ¿quién sabe? ¡Puede que Junie B. acabe siendo la jefa-directora-general de la cocina de su cole!O puede que no.

¡A Junie B. Jones se le mueve un diente! Y no es un diente cualquiera... Es uno de los de delante. A Junie B. no le hace ni pizca de gracia, porque... ¿y si, cuando por fin se le caiga, parece un bicho raro y se ríen de ella? Además, todo eso del ratoncito Pérez es de lo más misterioso... ¿Quién es en realidad ese ratón? ¿Y para qué quiere todos esos dientes? ¡Buf, cuántas preguntas!

Junie B. Jones lo tiene muy claro: Hacer trampas está feo-feísimo. Pero ¿qué pasa cuando se trata de copiar los deberes de otra persona? Eso no es hacer trampas, ¿verdad? Solo son los deberes. ¡Ni siquiera se trata de un examen! Y hablando de exámenes… ¿Y si un amigo quiere compartir sus respuestas contigo? Eso es compartir, ¿no? Y compartir no es hacer trampas… ¿O sí?

En el colegio de Junie B. Jones se va a celebrar un campeonato de fútbol, pero hay un problema: Junie B. se ha lesionado un pie y no puede jugar en el equipo. Ella tiene claro que por nada del mundo quiere hacer de animadora, pero… ¿y si montase otra clase de numerito durante el descanso? Así, todo el mundo la miraría, ¡y ella sería la estrella! Porque, si Junie B. es la protagonista del espectáculo, nada malo puede suceder… ¿O sí?

En la clase de Junie B. Jones van a hacer una obra de teatro sobre Cristóbal Colón,¡y habrá barcos, y capitanes, y marineros, y toda la pesca! Pero lo mejor de todo es que Junie B. va a ser la estrella de la representación. O eso cree ella… Sin embargo, hacer teatro no es tan fácil como parece, y durante los ensayos no paran de ocurrir desgracias, como por ejemplo… ¡que casi todos los actores cogen un virus!

¡A Junie B. Jones le asusta un poco Halloween! Porque… ¿y si resulta que los monstruos que se ven esa noche por la calle son de verdad? ¿Y si de pronto la ataca un murciélago feroz, o el gato negro de una bruja malvada? ¿Y qué pasa con esas calabazas de dientes afilados? La única solución es que Junie B. se disfrace de algo realmente "terroglífico" y así consiga dar muuuucho más miedo que cualquier otro monstruito… ¡Va a ser un Halloween inolvidable!

Junie B. Jones se va a pasar unos días a Hawaii, ¡qué guay!El Profe le pide que haga un reportaje fotográfico sobre sus vacaciones, pero… ¿Y si en el avión solo viajan señoras gruñonas? ¿Y si Junie B. tiene un problemita cuando se va a poner el flotador para bañarse? ¿Y si a un pájaro tropical le da por hacerse un nido en su cabeza?¡Así no hay manera de hacer una sola foto decente para el reportaje! ¿O sí?

Ya es casi Navidad, tiempo de paz y amor… y de celebrar un montón de cosas. En la clase de Junie B. van a cantar villancicos, ¡pero es imposible divertirse cuando la chivota de Maya no para de fastidiar! Y eso no es todo. Cuando el Profe hace el sorteo del amigo invisible, a Junie B. le toca… quien ya te imaginas. ¡Así no hay quien disfrute del amigo invisible! ¿O a lo mejor sí?

Lucy celebra una fiesta en su lujosísima casa (en su «casoplón», como diría Junie B.) y ha invitado a todos los de su clase a buscar huevos de Pascua por el jardín. Pero hay un problema, y es que a Junie B. le toca disfrazarse de conejito en la fiesta y, con esos pies y esas manazas gigantes, ¡no consigue coger ni un solo huevo! Disfrazarse del conejito de Pascua ha sido una idea mala-malísima… ¿O quizá no tanto?

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